La empresa chilena Bañados y Cía. se encuentra probando nuevas aplicaciones en residuos orgánicos de otras industrias productivas.
La contaminación odorífica es una problemática que afecta a la mayor parte de las industrias productivas, tanto a los trabajadores como a las comunidades de sectores aledaños. En la región de Los Lagos, uno de los problemas de las plantas de procesamiento de choritos es el mal olor que emana de los biorresiduos luego del desconche.
Sobre lo anterior, Bañados y Cía., empresa especialista en químicos e implementos para procesos de higiene y limpieza industrial, se involucrará en un proyecto conjunto con una empresa de Chiloé para dar una solución efectiva ante la problemática. De esta manera, realizaron varias pruebas con un neutralizador de olores que es un producto bioenzimático de formulación propia, que contiene una mezcla de enzimas no peligrosas que encapsulan las moléculas de la materia orgánica causantes de malos olores y las degradan convirtiéndolas en agua y CO2.
Sobre ello, la biotecnóloga y consultora de Bañados y Cía, Tamara Valdevenito, relata que “el desafío consistía en buscar una forma eliminar el olor desagradable que causa el proceso de degradación biológica de estos residuos y que afectaba a los trabajadores y a la comunidad. El problema ocurre porque, al almacenarse en contenedores mientras aguardan su destino de disposición final, quedan expuestos al sol y al viento, saliendo del recinto de la planta, por lo que era urgente tomar medidas”.
«Lo habíamos usado para combatir el tabaco en espacios comunes y en baños o lugares que tienen un olor a desagüe. La innovación fue abrir los ojos para probarlo en los biorresiduos, ajustar las concentraciones y crear un sistema de desodorización. El resultado fue sumamente exitoso en contener el olor”, explica la especialista.
Actualmente, la solución se aplica en la planta de Chiloé de manera manual en los contenedores con una mochila rociadora. En Puerto Montt, están trabajando con otra empresa que está aplicando el producto con un sistema de aspersión automática sobre las tolvas», agrega la experta.
Además, Tamara señala que están testeando el producto en otros residuos orgánicos de la industria alimenticia y que, «entre otras aplicaciones, ha resultado efectivo para evitar las plagas de ratones en las bodegas, porque el neutralizador “corta” el rastro de orines que dejan estos animales para volver o atraer otros roedores a la fuente de alimento, facilitando además que caigan en las trampas».
Cabe señalar, que actualmente en la Cámara de Diputados se encuentra en tramitación el proyecto de la “Ley de Olores” que busca incluir el concepto de contaminación odorífica dentro de la Ley 19.300 sobre Bases Generales del Medio Ambiente, para establecer un marco normativo que fiscalice, detecte y sancione los malos olores.
Fuente: Aqua
